Los auriculares eran un buen ejemplo de objeto mal diseñado, pero hay que admitir una cosa: existen algunos auriculares que están bien diseñados y además funcionan. Sin embargo, y enganchando con la teoría de la incompetencia que esbocé el otro día, creo que estaréis de acuerdo conmigo en que a lo largo de la evolución se ha producido una concentración de diseñadores incompetentes alrededor de un objeto al que todos nos enfrentamos día a día: el dispensador de papel para secar las manos en el baño.
¿Alguien se ha encontrado alguna vez un dispensador de papel que funcione correctamente? No hablo de que haya papel en él, cosa harto improbable, sino que teniendo papel, sea fácil sacar la cantidad necesaria para secarse las manos, ni más, ni menos. Yo todavía no he encontrado el dispensador perfecto, y eso que me he enfrentado a multitud de ellos a lo largo de mi vida. De estos, todos malos, he inferido los tres tipos en los que se pueden clasificar:
- el dispensador que cuando estiras de un papel te caen diez. Te secas con uno y luego, depositas el resto en la encimera para que alguien los utilice en el futuro, sabiendo que nadie cogerá un papel de la encimera y acabarán mojados y desechos hasta convertirse en pasta de papel.
- el dispensador que cuando estiras de un papel se atasca. Luego, estiras con todas tus fuerzas hasta lograr sacar un jirón de papel. Luego, continuas estirando y a base de jirones te secas las manos. Luego, estiras por última vez y cae todo el papel que había almacenado en el dispensador. Lo dejas sobre la encimera a esperar que se moje y deshaga.
- el dispensador en el que hay papel pero no puedes acceder a él. Metes los dedos por la ranura, pero no consigues estirar del papel. Intentas hacer girar la rueda que arrastra el papel hacia fuera, pero no engancha. Finalmente, consigues hacer asomar el papel por la ranura, pero cuando lo agarras el papel se rompe. Luego, te secas las manos en el pantalón.
Por otro lado, odio los secadores de manos a base de aire caliente. Sí, tengo una vida muy problemática.
5 comentarios:
En el último viaje que hice, tuve que hacer transbordo en el aeropuerto de Stansted (Londres) y me quedé impresionado con el secador de manos que había: era de aire frío y funcionaba perfecto.
Para hacer el diseño no se habían ido muy lejos, pues era una caja que, en vez de ser rectangular y tener como apéndice un tubo para encauzar el aire, la propia caja terminaba como las turbinas de un avión, con un agujero de salida estrecho.
Expulsaba aire muy fuerte y frío, de manera que no te quemabas las manos si la acercabas demasiado y, a la vez, era capaz de expulsar el agua de la superficie de tus manos, no secarla sobre ellas.
Recomiendo la experiencia a cualquier viajero.
Yo particularmente, y con este dispensador de papel en concreto, no he tenido problemas más que cuando lo rellenan en exceso, como en este caso. En cambio, el dispensador de jabón que hay justo al lado y que se puede ver en la foto es lo más inútil del mundo. Ya te puedes hartar a apretar que te saldrá un microlitro de jabón.
en mi facultad es mas gracioso aun el tema del dispensador de jabon. Desde que yo recuerdo, hay 2 recipientes con jabon pero sin mecanismo para echarlo (sin el tubito que conecta el recipiente con el exterior) y uno sin jabon pero con tubito
bet y cristina: tenéis razón. El dispensador de jabón es un elemento en el que no había caído... El único problema que veo es que es muy difícil mostrar un dispensador de jabón problemático con una foto. ¿quizás un video? :-)
Acabo de descubrir que los diseñadores del dispensador de papel "tipo 2" de mi trabajo, no satisfechos con diseñar el susodicho, ADEMAS diseñaron un hermanastro (tambien "tipo 2") de dispensador de papel higienico, lo cual resulta a mi parecer bastante mas preocupante...donde terminara la furia de los stupid designers?
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