martes, noviembre 28, 2006

¿De qué nos podemos morir?

Jaume me ha pasado (¡gracias!) un post en microsiervos en el que se refieren a un artículo de National Geographic donde describen gráficamente las probabilidades de morir por diferentes causas.

Cuanto más grande es la circunferencia, más probable es que mueras por esa razón (click para ampliar, o para la imagen completa ir al post original):



En los posts que referencio arriba ya comentan esta imagen en profundidad -e incluso hay una tabla describiendo todo lo describible-, así que yo me ahorro ese trabajo. A modo de ejemplo, simplemente decir que el mayor peligro son las enfermedades del corazón (1 de cada 5) y el menor (de los recogidos) es por accidente pirotécnico (1 de cada 340.733)

Yo, además de publicitar esta interesantísima imagen, sólo quería comentar el aspecto más gracioso de esta estadística: por si acaso alguien se olvida de ello, el ilustrador ha incluido una circunferencia infinita indicando: "probabilidades de morir por alguna causa: 1 de cada 1".

¡Muy bueno!

viernes, noviembre 24, 2006

Gilipoyas, ¡cállate ya!

El lunes hice una presentación en un congreso de bioinformática. A mitad de perotata, un joven se asomó por la ventana del salón de actos y gritó: "Gilipoyas, ¡cállate ya!". Por unos momentos no comprendí que había ocurrido, luego todo el público rio y yo, simplemente fui capaz de sonreír, soltar un "sorry" y continuar con la charla.

"Frases que nunca dije y respuestas que nunca di", fue mi pensamiento al acabar la presentación. Si en lugar de murmurar ese "sorry" tan poco apropiado hubiera dicho algo así como "people follow me all over the world trying to silence me", hubiera quedado como un señor. Y como ese día, tantas otras veces: siempre se nos ocurre que decir cuando el momento de decirlo ya se ha pasado.

miércoles, noviembre 22, 2006

Aquí estoy, señor, dispuesta para lo que quieras

Ayer, mi abuela me contó la siguiente historia sobre una amiga suya:

"Pepita lleva colgado del cuello un aparato de teleasistencia, que le permite llamar a una operaria cuando se encuentra mal. Normalmente se lo quita para dormir, pero el otro día se olvidó de ponerlo encima de la mesilla y el aparato pasó toda la noche colgado de su cuello.

A mitad de sueño, Pepita dio un giro en la cama, con tal mala fortuna que apretó el boton de llamada del aparato.

Rápidamente, imaginando una emergencia, la operaria contestó:

- Sí, señora Pepita. ¿Qué desea?

Pepita despertó, y confundida por esa voz que le hablaba en la oscuridad, murmuró:

- Aquí estoy, señor, dispuesta para lo que quieras.

Después de su primer lógico desconcierto -no todos los días le confunden a uno con Dios-, la operaria logró convencer a Pepita de que ella no era Dios, sino una muchacha mileurista al otro lado de un teléfono, y Pepita, desilusionada, finalmente tuvo que admitirse a sí misma que, al menos esa noche, Dios no había hablado directamente con ella."

Como comprenderéis por la escasez de posts de los últimos días, hoy tampoco tengo tiempo de hacer más comentarios sobre esta "anecdota" que proclamar mi asombro. Sólo comentar que a mí lo que más me impresiona no es que esta señora respondiera de esa forma ante la llamada de Dios, sino que no le sorprendiera lo más minimo que Dios le hablara con voz de mujer. Si algo hay que admitir, es que Pepita es de mente progresista, ya que es consciente de que, cuando Dios decide hablarnos, puede hacerlo por cualquier medio que se le presente. Incluso un aparato de teleasistencia.

martes, noviembre 14, 2006

Nombres y apellidos

[IRONÍA] Durante una temporada el trabajo no me va a permitir postear tan a menudo como me gustaría, al menos no con el tipo de posts que a mí me gusta poner (sentidos, razonados, interesantes, profundos, turbadores, ...). Así que no os asustéis si veis que el nivel baja peligrosamente. [/IRONÍA]

Hoy, simplemente un enlace a una página donde uno puede poner su apellido o nombre y el instituto nacional de estadística te dice en que provincias hay gente con tu nombre y donde hay mayor concentración de ellos, por residencia o por lugar de nacimiento.

Para mi primer apellido, Zaragoza gana con un abrumador 54,24% de los españoles que nacieron con ese apellido. Para mi segundo apellido, es Huesca la que gana con un 64,32%. Lo que queda claro es que tengo unos apellidos muy aragoneses. Por si había alguna duda...

(el electricista con el que hablé el otro día no tuvo ninguna duda. Al rato de hablar me dice: "tu eres de ZGZ, ¿no?". Y luego la consabida pregunta: "¿de la capital misma?" Por un momento pensé que me iba a decir de que barrio era...)

De lo que más "orgulloso" estoy es que unicamente hay 531 personas con mi primer apellido y 173 con el segundo. ¿Alguien me gana?

El enlace en cuestión: https://idapadron.ine.es/fapel/FAPEL.INICIO

miércoles, noviembre 08, 2006

Proposition 83

En California se ha aprobado en referendum la siguiente propuesta:

Prop. 83, which would require registered sex offenders to move at least 2,000 feet away from any school or park, was headed for victory with 70 percent support. That measure would also require more than 100,000 sex offenders in California to carry global positioning devices with them for life so that officers could track their whereabouts.

Traducción adaptada: la propuesta 83, que requiriría a los abusadores sexuales registrados alejarse a un mínimo de 600 metros de cualquier colegio o parque, iba [anoche] hacia una victoria segura con un 70% de apoyo. Esta medida también obligaría a los mas de 100.000 abusadores sexuales de California a llevar GPSs durante toda su vida para así poder hacer un seguimiento de su paradero

Yo no tengo muy clara mi opinión sobre este tema... Por un lado me parece bien controlar a alguien con un pasado de ofensas sexuales (según todos los estudios tienen una alta probabilidad de reincidencia), y por el otro, creo que hay que respetar siempre la presunción de inocencia. Es como si a alguien que ha robado una vez se le pusiera continuamente un policía a su lado. Además de que cuando un estado controlado por personas implementa medidas de este tipo, estas medidas acaban por convertirse en instrumentos muy peligrosos...

Como no tengo muy clara mi opinión sobre este tema, aquí se acaba este post 'serio'. Sin embargo, me gustaría destacar la parte absurda de esta nueva ley: "alejarse a un mínimo de 600 metros de cualquier colegio o parque". ¿Es eso posible? ¿Puede uno caminar de su casa al trabajo sin pasar a menos de 600 metros de un colegio o parque? Yo, desde luego, incumpliría la ley nada más despertarme, porque tengo un colegio a escasos 50 metros de mi casa. Y aunque ese colegio no existiera, me sería imposible llegar a mi trabajo porque un colegio me corta el paso por el sur, y un parque protege a mi edificio por el oeste. Por el norte nunca conseguiría llegar porque hay que atravesar otro parque, y al este... bueno, al este está el mar: supongo que mi única solución sería ponerme un neopreno cada mañana y llegar al trabajo nadando.

¿Alguien tiene una opinión más clara que la mía?

lunes, noviembre 06, 2006

El relativismo del cariño

Este fin de semana fui con unos amigos a un mercado de libros de ocasión. Había muchísima gente y cada uno de nosotros tenía interés en una temática diferente, con lo que poco a poco fuimos separándonos. En un momento dado se quedaron solos mi amigo Z (vestido con cazadora gris) y mi amiga X (vestida con cazadora roja), pareja sentimental desde hace más de diez años. Ambos estaban ojeando (u hojeando, también correcta) unos libros cuando Z se cansó y decidió que ya era hora de cambiar de lugar. Mientras echaba el último vistazo a una novela de aventuras, Z, muy cariñoso él, cogió por la cintura a X mientras le decía: "venga guapa, vámonos a la siguiente mesa".

Antes de que Z se percatara de que la cintura que sujetaba era diez veces mas gruesa y mullida que la conocida cinturita de avispa de X, oyó una voz que le decía algo así como: "¡Anda!". Z levantó la vista y se encontró ante él con una señora entrada en años y cuya cintura hacía tiempo que no conocía las dimensiones de su juventud. Mientras Z soltaba sus manos todo azorado, la señora, muy picarona, le dijo: "ya decía yo que no podía ser mi marido... él no es tan cariñoso como tú".

A mí, aparte de la risa al imaginarme la situación, esta historia también me lanzó a una sucesión de pensamientos sobre la relatividad del cariño. Esta señora sabía que Z no podía ser su marido porque éste nunca la coge por la cintura, y sin embargo yo conozco otras parejas que se ofenderían si alguna vez dejaran de sujetarle/la por la cintura. Cada uno que desarrolle su linea de pensamiento sobre el cariño que da, recibe o espera obtener... Yo hoy simplemente quería dejar constancia de que para esta señora, que alguien la cogiera por la cintura era mucho más cariño del que ella está acostumbrada a recibir.

jueves, noviembre 02, 2006

No maltrate las señales

En Guatemala, cuando uno ve una señal así, su primer pensamiento es que esa es la manera en que en allí piden que se respeten las señales; es decir: no se salte las normas de la carretera.



Sin embargo, si uno se fija un poco más (click para ampliar), verá que en la señal hay agujeritos, que no vienen precisamente de fábrica: ¡la gente usaba las señales para práctica de tiro desde su coche! Y por tanto, uno acaba por concluir que el mensaje de la señal era que, por favor, no la maltrataran/dispararan/rompieran, y no que hicieran caso de lo que ella preconizaba. Es la esencia misma de la metaregulación.

Eso sí: cuando uno veía otras señales guatemaltecas, le daban ganas de liarla: