viernes, febrero 02, 2007

Policía de basuras

Desde aquel primer día de mi nueva vida en Suiza (ya hace casi diez años, jopeta), yo tengo muy claro que los ciudadanos (y ciudadanas, claro) debemos estar preparados para que las autoridades vayan tomando cada vez más responsabilidades sobre lo que debemos hacer y lo que no. Por ejemplo, en la susodicha Suiza ya hace tiempo que existe la policía de basuras, encargados de localizar y multar a las personas que dejan las bolsas fuera de lugar, o que simplemente usan una bolsa considerada no adecuada para almacenar basura, o que no han pagado el impuesto de recogida de basura (que en muchos cantones es proporcional a la cantidad de basura que echas). Un ejemplo aquí.

Sin embargo, tengo que reconocer que el jueves por la mañana sufrí un ataque de risa al ver esta imagen al salir de mi casa:



Traducción: "acción incorrecta - bolsa dejada fuera de lugar o de hora - no te pedimos que hagas nada que no sepas hacer - ayuntamiento de barcelona"


Para la gente que conoce Barcelona, una palabra bastará para comprender por qué me entró la risa: "Raval". Sí, vivo en el Raval, y es hilarante el simple hecho de que haya alguien que se dedique a señalizar la basura colocada fuera de lugar. Hay tanta mierda por todas partes que deberían premiar a los que al menos la tiran en una bolsa de basura, y encima de las caras con autocierre. Es más, yo creo que sería más fácil señalizar la basura que ha sido apropiadamente colocada en los contenedores: "enhorabuena, acción correcta: usted ha conseguido meter la basura en una bolsa cerrada e introducirla en el contenedor". Y luego hacer un sorteo de un apartamento en la playa entre los que hubieran recibido esas tarjetas.

Lo más divertido de todo es que mientras hacía la foto de la bolsa con su gran etiqueta culpabilizadora, se me acercó un vagabundo y me dijo: "claro, te han multado porque has colocado la bolsa en el suelo en lugar de meterla en su sitio". Yo miré sus chancletas, sus negras uñas, su pelo grasiento y su boca desdentada, y le dije: "no, no, que no he sido yo". Me miró como diciendo "ya, ya... eso dicen todos...", y luego se fue.

Me sentí tan culpable que estuve a punto de coger la bolsa para echarla en un contenedor... Pero no quise privarles a mis vecinos de tan divertida imagen: hacía tiempo que no me reía tanto.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Este tipo de memeces "cívicas" son las que le gustan al ayuntamiento progre de Barcelona...pese a lo cual está cada vez peor en cuanto a suciedad, gamberrismo, etc.

Ra y Mon dijo...

Estoy de acuerdo: en esta ciudad, muchas veces se le da más importancia a las tonterias que al fondo. Por otro lado, a veces gracias a esas tonterías, tenemos el mejor carril bici que he visto yo en España, o practicamente el 100% de los bordillos adaptados para minusvalidos.