lunes, febrero 05, 2007

Escupe mejor, hijo mío, que si no nunca comerás...

Escuché nombrar a este pez por primera vez en el Zoo del Bronx:

el pez arquero de caza: su escupitajo va a hacer caer a su presa


Inicialmente, pasé rapido por delante de los paneles explicativos donde describían su vida, pero Oriol, sabedor de mis intereses aleatorios por estas cosas, me paró y me explicó (con otras palabras) lo siguiente:

El pez arquero del Amazonas, Toxotes jaculator, posee una ranura longitudinal en el paladar que al ser oprimida por la lengua escupe gotas de agua a presión a una distancia de unos 90 cm para capturar a los insectos que le sirven de alimento. La puntería es cuestión de habilidad que se alcanza con el tiempo.

Desde entonces, sólo puedo pensar en dos cosas: 1) morir atrapado por un escupitajo es muy triste; y 2) es posible que la constumbre de mis vecinos de escupir en el ascensor sea una acción heredara del ancestro que tenemos en común con el pez arquero.

Fuentes:
http://memecio.blogspot.com/2006/12/puntera-certera.html
http://www.forestales.net/archivos/forestal/pdfs%2030/rostros_Naturaleza.html

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