domingo, septiembre 14, 2008

El tren a las nubes

La principal atraccion turística de Salta es el tren a las nubes. Es probablemente el ejemplo perfecto de algo creado con fines prácticos al que con el tiempo se le ha dado un uso exclusivamente turístico. El tren a las nubes es un tren que va de Salta a San Antonio de los Cobres (6-7 horas) y luego vuelve (6-7 horas), en el mismo día, con una parada mínima en un pueblo. El paisaje es espectacular, se pasa por el viaducto más alto del mundo (o eso dicen), hay nubes (tal y como su nombre indica) y actualmente cuesta unos 150$ por persona. Vamos, un robo de esos que uno tiende a aceptar porque todo el mundo dice que merece la pena...
En la Expo de Zaragoza, pabellón argentino: "tenés que agarrar el tren a las nubes. Es lo más lindo que hay".
En Buenos Aires, hablando con un chico que conocemos en la calle: "lo mejor que podéis hacer es agarrar el tren carguero que sube por las mismas vías pero que es gratis; simplemente le dais unos pesos al maquinista y os llevará en la máquina todo el trayecto".
En la terminal de Omnibús de Salta: "el tren a las nubes está suspendido. Hay una avería muy gorda y lo tienen parado"
En la terminal de Omnibús de Salta: "han vuelto a poner en funcionamiento el tren a las nubes, pero está lleno para todos los días y no hay sitio".
En el hostal de Salta: "sí, pero el carguero sólo sale los sábados".
De camino a la estación, una señora: "Sí, por allí se va a la estación. Pero creo que el servicio del tren a las nubes está suspendido".
En la estación de tren, un señor muy simpático de los ferrocarriles argentinos: "El tren carguero no funciona desde hace tres años, no salía a cuenta mantenerlo. <...> Si yo fuera vosotros, no me subiría al tren a las nubes: es caro, la compañia que lo gestiona no es fiable, tienen serios problemas técnicos, el tren se les para muy a menudo, no hacen el mantenimiento debido, y son unos impresentables. Si todo sale bien, la gente incluso se olvida de los 150$ que cuesta. Si algo no sale bien, lo cual es habitual, ya se imaginarán ustedes la cara que se les queda...".
En la estación de tren, la oficina del tren a las nubes: "CERRADO".
En la radio FMxx.xx: "digámosle adiós a la semana en que volvió el tren a las nubes".
En un periódico, unos días más tarde, uno de los responsables del tren a las nubes: "La semana se ha completado satisfactoriamente desde el punto de vista técnico, aunque hemos funcionado con los vagones medio vacíos porque se ha producido un proceso de desinformación por parte de las entidades encargadas de captar clientes para el tren a las nubes".
En Puno, Perú, dos semanas más tarde, junto al lago Titicaca, una señora de Vitoria: "¿Y cogisteis el tren a las nubes? ¡Es impresionante!"
Ra y Mon, y la tiradora de hilos: "Nooooooooooooooooooooooooo!!! No lo cogimos y no queremos volver a oír hablar del maldito tren a las nubes."

1 comentario:

Miguel dijo...

Siempre tendréis una buena excusa para volver :-)