jueves, octubre 11, 2007

Prohibido meter tu durián en la habitación

En Malasia (y en Singapur, y supongo que en otros países del sureste asiático), el rey de las frutas es el "durián". No es fácil de describir, así que una foto hará las veces de narrador:



Hasta aquí todo normal: unos países donde no comen uva y plátanos, sino una fruta que desconocemos en occidente... Y además, el durián es de las frutas que más vitaminas tiene en el mundo. Y encima tiene propiedades afrodisiacas.

Pero entonces, ¿cómo se explican estos carteles?

Ascensor a un hotel en Kuala Lumpur: ni perros ni duriáns

Aeropuerto de Singapur (el durián está prohibido, pero no hay multa)

Para que los castizos lectores de este blog lo entiendan a la primera, he preparado estos carteles:


Porque, efectivamente, el olor que desprende el durián es una mezcla de todos los olores desagradables que conocéis. Y cuando tengáis ese olor en mente, hacedlo un poco más desagradable... ¡ya sabéis cómo huele el durián!

Si todos nos unimos, podemos hacer de nuestro país un país sin olores. Desde aquí os animo a colocar estos carteles en todos los hoteles, autobuses, aeropuertos y estaciones de España. Si los malayos han conseguido expulsar el durián de los lugares públicos cerrados, no veo porque no podríamos hacer nosotros lo mismo con nuestras pestilencias locales. ¡No a la coliflor! ¡No a los que se tocan los pies en público!

5 comentarios:

Javifields dijo...

horrible ese olor, no lo olvido, lo que no entiendo es cómo la gente se atreve a probarlo

Ra y Mon dijo...

¡¡¡Me apuesto lo que quieras a que Igor si que lo probó!!!

Javifields dijo...

si, creo recordar que si, alguien dijo "a que no eres capaz de..." :-D

mamá dijo...

os invito a poner carteles de no ambientadores en los WC, incluso puedo decir que casi prefiero los naturales de ese lugar, por lo menos no irritan las mucosas.

Anónimo dijo...

Está de muerte. Lo compré en el mercado de la boqueria de Barcelona. La verdad esque aluciné cuando vi que lo tenian (los traen en avión desde Tailandia) ya que tenía muchísimas ganas de probarlo. Así lo hice y me encantó el sabor, me encantó esa textura particular que tiene. Ahora estoy continuamente pensando en el Durian,

¡¡tengo ganas de pasarme por Barcelona otra vez a comprarlo!!