martes, enero 08, 2008

Ponerse en la piel de otro

A veces, es interesante hacer el ejercicio mental de ponerse en la piel de otro e intentar decidir qué harías tú en su lugar.

Por ejemplo, eres un toro; de lidia. O planteado de otra forma: tu cerebro se ha trasladado -por arte de magia- al cuerpo de un toro, al cual acaban de soltar en la plaza para ser toreado. Obviamente, después de la sorpresa inicial (pues no estás acostumbrado a encontrarte en el cuerpo de un toro, y menos frente a un torero) caes en la cuenta de que a menos que reacciones rápido pronto te verás atravesado por una espada. El dolor de la primera banderilla es un simple aviso.

¿Qué haces? ¿Cuál es tu estrategia para evitar morir desangrado sobre la arena? ¿Eres lo suficientemente inteligente como para hacer "algo" que te permita salvarte de esa muerte segura? ¿Qué podrías hacer para lograr pasar el resto de tu vida correteando por una finca extremeña?

Mi proceso mental como toro sería el siguiente:

- sé que a veces el presidente de la plaza indulta al toro, aunque no sé en qué ocasiones ocurre eso ni por qué motivos. Puedo intentar hacer algo que lleve al presidente a indultarme. Ahora me arrepiento de nunca haber ido a los toros, porque me vendría muy bien un poco más de cultura taurina... Por lo poco que recuerdo, indultan a los toros que demuestran potencial como sementales... ¿Me arriesgo con esta opción?

- podría evitar que me mataran demostrando lo inteligente que soy (¿haciendo un baile? ¿escapándome del torero? ¿haciendo sumas y restas con mis pezuñas?) y así lograr atraer la atención del público y convertirme en noticia. Seguro que ningún torero mataría a un toro tan especial. Sin embargo, si llevara a cabo esta idea correría el peligro de convertirme en un animal de circo. O de que todos los científicos del mundo se dedicaran a estudiarme y a hacerme pruebas. Y como todos los que estas navidades os habéis comprado el Nintendo Brain Training, soy consciente de que una vida dedicada a los tests de inteligencia no es muy atractiva.

- podría matar al torero. No sería difícil... bastaría con finjir ser un toro normal y en el último momento clavarle el cuerno en el corazón, antes de que pudiera reaccionar. Pero... ¿qué hacen con los toros que matan a un torero? No lo sé... pero intuyo que no les llevan a un prado para pasar felizmente el resto de sus vidas.


Creo que los banderilleros ya han acabado su trabajo (me duele mucho la espalda) y veo que el torero ha cambiado su trapo rosa por un trapo rojo. No me debe quedar mucho tiempo... ¿Qué hago?

Por el momento, pido el comodín del público...

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo le quitaría el capote al torero y luego me dedicaría a torearle. Así me convirtiría en el primer toro torero de la historia. Y podría ir a programas rosa y salir con chicas guapas.

Javifields dijo...

yo me haría el "manso", es decir, esto
según el reglamento un toro manso es devuelto a corrales, sin más

una ves en corrales... esa ya es otra historia, ¿no?

Mal dijo...

En un principio hacerse el muerto no creo que sirviera porque con simples métodos ortodoxos se averigua fácilmente si y porque un animal ha muerto espontáneamente...

Es muy muy cruel la idea de que no se pueda hacer nada, aunque mucha gente debería darse cuenta de ello, de lo terrible que tiene que ser aún teniendo la inteligencia de un humano, y en parte, es como si nos matáramos los unos a los otros, quien sabe si eso no ha ocurrido nunca...

Mal dijo...

A por cierto, esa era mi respuesta, no puedes hacer nada, buscar una muerte rápida es la solución.

Anónimo dijo...

Una vez devuelto a corrales tambien le matan...