Mi alma está de rebajas y la cuesta de Enero se está haciendo más dura que nunca. Una cuesta sin fin, una cuesta en la que voy echando lastre en forma de sentimientos y sin quererlo retrocedo hacia diciembre.
Mi alma está de rebajas y nadie la quiere comprar. Grita desesperada por la calle y nadie se fija en ella: es el par de medias por el que pasan los ojos sin detenerse… quizá sean los agujeros que todavía no he podido remendar. “Este alma no sirve” –grita una señorita furiosa – “si es que ponen unos artículos de rebajas que no los quiere ni…”
Mi alma está de rebajas y no encuentra compradora: ¿tendré que ponerla gratis?
lunes, enero 08, 2007
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