Desmantelada una red asiática de tráfico de ajos camuflados como frutas
Leo de nuevo el titular, y luego la noticia cinco veces. ¿Qué? ¿Camuflando ajos como frutas? ¿Para qué? Leo otra vez las razones que da el artículo, pero no entiendo nada. ¿Alguien me lo puede explicar?Hay tantas cosas que me gustaría comentar sobre esta noticia que la mente se me bloquea, los pensamientos fluyen a tal velocidad que no sé por dónde empezar. Los comentarios a lo Victoria Beckham se los dejaré a las revistas del corazón. Yo simplemente voy a resaltar los siguientes puntos, los demás los dejo para vuestras propias fantasías:
- No nos dicen de qué disfrazaban a los ajos... ¿De sandía? ¿De chirimoya?
- No nos dicen cómo los disfrazaban... ¿Les hacían trajecitos? ¿Practicaban el ajo-painting?
- ¿Cómo les han pillado? ¿Algún funcionario de aduanas se dio cuenta de que algo olía mal en esa chirimoya?
- ¿Le crearon un conflicto de identidad a los ajos cuando los disfrazaron de frutas? ¿Qué siente una hortaliza cuando la confunden con una fruta? ¿Es vergonzante ser un ajo?
- En el artículo se menciona que el tráfico ilegal de este tipo ha aumentado, "... lo que implica también a laboratorios de pruebas y análisis ...". ¿De verdad que hace falta un laboratorio para distinguir a un ajo de una fruta? Se me ocurren un par de pruebas muy poco científicas pero infalibles.
De todas formas, la frase que realmente me ha impactado es la siguiente: "Los ajos son para Bruselas un producto "altamente sensible" dentro de la Unión Europea." ¿Tanto odian el ajo en Europa? ¿Llegará el día en que para comer unas gambas al ajillo antes tengamos que pasar por la plaza a comprar unos gramitos de ajo al dealer de la zona?
1 comentario:
Estimado pensador:
Se me ocurre que los aranceles y controles sanitarios para importar fruta son menos restrictivos/impositorios que aquellos para importar ajos.
¿No ha visto la cantidad de franceses que vienen a la frontera española a comprar ajo? No entiendo bien por qué, pero debe ser un producto de lujo fuera de nuestro país.
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