jueves, septiembre 17, 2009

Cómo distinguir a un japonés

Nota: Si estáis planeando un viaje a Japón, os recomiendo que visitéis la guía de Japón que he escrito recientemente para BuscoUnViaje.com. También tenemos una guía de Tokio.


Si alguna vez en tu vida te ves obligado a distinguir entre un japonés y uno que no lo es (y eres ciego, o tus humanos objeto del estudio llevan una venda sobre los ojos), lo único que tienes que hacer es pedirles indicaciones sobre cómo llegar a algún lugar, a ser posible en inglés: do you know how to get to the station?

Y en cuestión de un segundo sabrás cuál de los dos es el japonés: aquel que te indique con palabras o señas como llegar a la estación NO es japonés.

Esta técnica de distinción es infalible, puesto que todos los japoneses del mundo, salvo los que han vivido en Australia o en Nueva York, aplican la misma técnica ancestral, transmitida de generación en generación a través de los siglos:
  1. intentar hacerme el despistado, si me evado del mundo real a lo mejor no me veo obligado a enfrentarme a esta dramática situacion.
  2. si el tío pesado sigue preguntando a pesar de mi finjido despiste, poner cara de espanto: ¡me voy a ver obligado a hablar en inglés!
  3. decir "etooooooooooo" (parece de chiste, pero es lo que dicen los japoneses cuando no saben qué decir).
  4. poner cara de pánico absoluto.
  5. bloquearme.
  6. desbloquearme, mirar al suelo, volver a intentar hacerme el despistado, levantar los ojos para ver si el pesado sigue allí, bloquearme de nuevo y decir "etoooooooooooo".
  7. bajar los brazos, sonreír con la mejor sonrisa, y hacer gestos con la mano para que me sigan: prefiero llevarles yo mismo a tener que hablar en inglés.
  8. llevar al tío pesado y preguntón a cualquier destino que nos parezca bien. Una vez allí, hacer una reverencia y echar a correr, no vaya a ser que no fuera el lugar que buscaban.

Esta técnica no sale publicada en las guías de Japón, ni tampoco la nombran en los libros de historia y protocolo japonés. Esta técnica sólo consigue intuirla el viajero después de que:
  • un señor te lleve en coche hasta los baños termales de Ibusuki ante la imposibilidad de explicarte en inglés o con gestos que lo único que hay que hacer es seguir la calle donde estás durante 20 minutos.
  • un niño en bicicleta al que le preguntas cómo ir a un templo te acompañe con la bicicleta durante 10 minutos, hasta llegar a la estación, lugar donde no querías ir pero que el niño ha colegido que era un buen lugar para empezar la jornada.
  • una joven, ante la pregunta de como ir de Shinjuku a Shibuya (unidas según el mapa por una calle recta), se ofrezca a acompañarte porque le queda de camino hacia su casa. A los 45 minutos caminando, con una conversación llena de malentendidos e incompresiones, te encuentras con una parada de metro que está, cómo decirlo, muy lejos (a unos 45 minutos) de la línea recta que une Shinjuku con Shimbuya.
  • un joven trabajador de una obra, inquerido sobre la estación de metro X, te lleve corriendo (es que de otra manera su turno de descanso se acaba) hasta la estación de metro Y, a pesar de insistirle numerosas veces sobre la imposibilidad que la estación que tú buscas esté en esa dirección.
  • Doscientos veinticinco mil dependientes salgan de sus tiendas y te lleven hasta un punto desde el que puedan señalar el lugar demandado, en lugar de explicarte de viva voz que simplemente hay que ir hasta la primera esquina y girar a la izquierda.

Así son los japoneses: una mezcla de amabilidad extrema y timidez-autoflagelativa. Esta información puede resultarte muy útil si algún día un japonés o japonesa de buen ver te pregunta cómo llegar a la Sagrada Familia o a la Aljafería. Gracias a la función pública de este blog, sus lectores sabrán que lo que en verdad te está pidiendo el japonés o japonesa de buen ver es un poco de compañía.

Se ríen porque les habíamos pedido indicaciones sobre cómo encontrar
la puerta de la felicidad, y a cambio nos llevaron a las miles de puertas que
preceden al cementerio que hay en Fushimi Inari, Kyoto

miércoles, septiembre 02, 2009

Japon, ese pais

Nota: Si estáis planeando un viaje a Japón, os recomiendo que visitéis la guía de Japón que he escrito recientemente para BuscoUnViaje.com. También tenemos una guía de Tokio.


(en un teclado japones es mas sencillo escribir 掬巻き que poner una tilde... mis excusas)


Sobre Japon se han escrito rios de tinta, e Internet esta alli para demostrarlo: basta poner "viaje Japon" en Google para encontrar cientos de foros y blogs de gente que narra su viaje a este pais. En verdad, la mayoria de los blogs sobre los que he caido comienzan su narracion del viaje mucho antes de salir de su casa: he leido entradas donde diversos blogueros compartian con sus lectores que solo faltaban 5 meses para "su viaje" y estaban nerviosos porque todavia no sabian donde iban a dormir en Takayama, y pedian ayuda a otros viajeros para que les dijeran los horarios del tren Ibusuki-Usuki. Habia uno en concreto que estaba frenetico (muchas mayusculas y muchas exclamaciones) porque dos meses mas tarde iba a dormir en Kanazawa y todavia no se habia decidido entre el Ryokan 1 y el Ryokan 2 (hoteles tradicionales japoneses). En cada uno de esos blogs y foros, todos afirmaban que viajar a Japon era realizar el viaje de sus vidas y tenian muy claro cada uno de los lugares que querian visitar. Muchos de ellos hablaban de Japon (sin haberlo visto todavia) como quien habla de un ser vivo muy respetable, como alguien que les ha servido de modelo vital y que les ilumina el camino. Yo sabia que habia muchos amantes de Japon, pero leer a esta gente me ha dejado impactado: no sabia que uno podia querer tanto algo antes de haberlo conocido. Ni que alguien, sin haber estado antes en el pais, pudiera afirmar con total seguridad que el numero de dias perfecto para la visita a Japon eran 13. Y especificaba: ni 11, ni 12, sino 13. Muchas semanas antes de subirse al avion sabia donde iba a estar en cada minuto de su futuro viaje...

La tiradora de hilos y un servidor estuvimos tan ocupados hasta el minuto previo a coger el avion que lo unico que pudimos preparar fue eso mismo: el avion. Ni siquiera teniamos muy claro si ir a Japon, a China, a Indonesia o a EEUU. Al final, fue el precio quien decidio, como cada anyo. Eso fue en Junio, y luego, la semana antes de irnos compramos la guia y el Japan Rail Pass, una especie de InterRail japones que te permite coger todos los trenes que quieras durante 21 dias. El resto, lo hemos ido decidiendo sobre la marcha, lo que siempre tiene consecuencias positivas (si un sitio te gusta, te quedas... Si no te gusta, te vas) y negativas (hay que leer guia, blogs y foros durante el viaje, para decidir el proximo destino).



Nuestro viaje hasta ahora: Nagoya (aterrizaje, ciudad moderna), Kyoto (templos y jardines, antigua capital), Nagasaki (museo de la bomba atomica), Ibusuki (banyos termales enterrados en arena), Usuki (festival del fuego con los budas de piedra), Kyoto (de nuevo a ver templos ,cosas de improvisar el viaje), Kanazawa (el 3er mejor jardin de Japon, un museo de arte moderno) y Takayama (por ahora, lo mas interesante ha sido la ternera que me he comido).



Yo nunca he sido muy fan de Japon, exceptuando su cocina y el futon japones sobre el duermo. A pesar que que suene extranyo para alguien de mi generacion, no he visto dibujos animados en japones (aparte de Oliver y Benji), no tuve un tamagochi, no sabia a que hora echaban Humor Amarillo y no me leo ningun blog sobre tecnologia japonesa. La cocina si que me chifla, asi que alli residian mis unicas expectativas. Y no han sido defraudadas: un ramen de chuparse los dedos, un sushi delicioso que se deshace en la boca, unas bandejas para llevar/comer en el tren de alta calidad, una ternera esponjosa y sabrosa, pescado a la brasa, ... Y encima muy barato, sobre todo cuando se compara con Europa. Comer bien y abundante no nos sale por mas de 6 euros por cabeza.



Nota practica: los hoteles, sin embargo, si que son caros. Al menos para lo que estamos acostumbrados a pagar en nuestros viajes de verano. Dormir en un sitio decente (a veces con banyo privado, a veces sin el) suele salir por 70 euros, lo que duele bastante cuando uno pasa tres semanas en un pais. Si no fuera por los hoteles, la verdad es que Japon no es ese destino inasequible que nos imaginamos antes de llegar.

Decia que no tenia espectativas fuera de las culinarias, y eso me ha permitido abordar el pais con ojos frescos, sorprendiendome con el look de los japoneses (del que ya habia oido hablar, pero no me imaginaba lo que hemos visto), asombrandome con el poco ingles que habla el 99.99% de la poblacion (i.e. nada), observando arrobado los arrozales y las montanyas totalmente cubiertas de arboles (no se ve ni un hueco entre las hojas), y sobre todo, descubriendo que Japon es un pais muy avanzado en algunos aspectos pero en otros es algo cutre. Como ejemplos de modernidad, sus trenes (llegan y salen siempre al segundo exacto, y la mayoria son muy rapidos), sus centros comerciales y vateres con calefaccion y chorrito bidireccional. Como ejemplos de subdesarrollo, la poca luz que hay en las calles, lo mal urbanizados que estan los alrededores de las ciudades y la mala calidad aparente de muchos edificios. Yo siempre habia oido hablar de Japon como el ejemplo total de pais desarrollado, moderno y limpio, pero mi impresion de estos diez primeros dias es que Suiza esta muy por delante. Claro que para emitir una sentencia mas documentada tendria que vivir aqui una temporada, y ver como funciona a nivel del dia a dia.


Japon me esta gustando, y entiendo que sea el destino perfecto para mucha gente: hay muchas cosas que ver, esta bien organizado, se come bien, ... Sin embargo, para los viajeros a los que les gusta que el viaje del verano sea un poco mas aventurero, Japon no es exactamente el destino que buscan. El principal problema es que nadie habla ningun idioma que no sea japones, lo que hace la comunicacion realmente dificil. Una de las mejores formas de aprender cosas de un pais es hablando con sus habitantes, y aqui eso es imposible. Ademas, durante un viaje suelen surgir numerosas dudas culturales, y lo que en otros paises se resuelve preguntando (y a veces pasando la tarde con la persona que acabas de conocer), aqui se convierte en duda eterna. Por ejemplo, hoy hemos visto que habia decenas de personas esperando junto a las vias con camaras inmensas, tripodes y equipos de video. No eran periodistas, sino gente que habia decidido ir esa tarde a las vias del tren a hacer fotos. Pero fotos, a que? Hemos intentando preguntarle al revisor por que habia tanta gente en los laterales de las vias, y lo unico que ha conseguido decirnos (despues de proponerle nosotros diversas soluciones) ha sido "old train". Asi que la gente estaba esperando un tren antiguo... Hoy ha sido uno de los dias donde al menos hemos obtenido un poco de informacion. Otros dias, ante situaciones similares (tipos de comida, gestos, reuniones de gente, maquinas tragaperras, objetos, ...) la unica forma de obtener un poco de informacion ha sido a traves de Google. Por ejemplo, en lugar de buscar Pachinko en la Wikipedia me hubiera gustado que me lo explicara uno de los miles de japoneses que pasan horas y horas frente a esas maquinas donde no paran de caer bolitas de metal. Por que tiran bolitas? Ganan dinero? Cual es el objetivo? Las respuestas, en la Wikipedia... no intenteis preguntarselo a un japones.

Otro aspecto de Japon que para mucha gente es una virtud y para mi es un pequenyo inconveniente es que no ocurren cosas "fuera de lo habitual". En un viaje a la India, o a Malasia o a Peru, o incluso a Mexico, tienes garantizada una situacion extranya. A veces es una situacion extranya divertida, otras es maravillosa, a veces tambien peligrosa o inquietante; pero a fin de cuentas, es algo que en tu vida normal no suele ocurrir y que cuando estas de viaje encuentras sin buscar. Y, no se para otros turistas que se consideran viajeros, pero para mi, viajar muchas veces es una excusa para meterme en esos momentos que luego te acompanyan para el resto de tu vida, porque se que en un simple viaje equivale a tantos eventos diferentes como los que puedan ocurrir en meses y mese de rutina laboral. En Japon todavia no nos ha ocurrido nada extraordinario, y lo malo es que no creo que nos ocurra en el tiempo que nos queda. De todas formas, no pierdo la esperanza; y si hace falta, lo forzare... seguro que si me meto los palillos por la nariz mientras hago reverencias inversas algun japones me ayuda a vivir un momento especial.

En verdad, me quejo de vicio: el otro dia, en Ibusuki, en 2 horas se concentraron varios hechos memorables. Primero, nos enterraron en arena terapeutica ardiendo, donde me queme los talones y me dio una contractura en el cuello. Luego, me lave de arriba a abajo en pelotas rodeado de japoneses igualmente en pelotas. Ante la pregunta que ya he recibido de la tiradora y que alguno iba a hacer en los comentarios, no mire mucho, y ademas, en remojo, todo es mas pequenyo. Segundo, en un restaurante de los de sentarse con las piernas cruzadas en el suelo nos sacaron pollo crudo sobre un lecho de col. Yo iba por el segundo trozo de pollo cuando la tiradora, al ver mi cara, se levanto y le pidio al duenyo (en un japones muy decente, basado en un librito del idioma que nunca nos abandona) que nos lo pasara por la parrilla. Tercero, entramos en un local a tomar sake y acabamos cantando karaoke (Beatles y Gloria Stephan) y bebiendo sochu. Lo memorable no fueron los bailes de la tiradora intentando demostrarles el calor latino a los frios japoneses, sino que nos pidieron 20 euros a cada uno a la salida. Finalmente, experimentamos en primera persona (del plural) la proverbial educacion y timidez de los japoneses: a las 2h30 de la manyana el recepcionista del hotel nos dijo que Internet cerraba a las 2h30 de la manyana. El pobre hombre llevaba intentando irse a dormir desde las 12, pero nuestro jet-lag se lo impidio hasta que reunio el valor de enfrentarse a nosotros.



Seguiremos otro dia, que hoy dormimos en un monasterio-albergue donde Internet "cierra" a las 23h. Yo voy a montar un hotel asi en Zaragoza... Japanese Style, les dire a mis huespedes: ningun mueble y a dormir en el suelo sobre colchoncillo de gomaespuma. Tiene delito la cosa: en Espanya duermo en futon japones de algodon y en Japon duermo en colchoncillo de gomaespuma. Ademas, sobre un tatami que dicen de arroz pero que huele igual que la nave donde mi abuelo guardaba la cebada...