¿Por qué, proteínas, por qué os portáis tan mal conmigo?
Comencé fiándome de vosotras, y vuestra manera de interaccionar me convenció:
y luego... ¡la traición!
¿Por qué?, proteínas ¿Por qué?
martes, octubre 31, 2006
lunes, octubre 30, 2006
¿Para qué sirvo?
Hoy hemos estado durante unas seis horas sin conexion a Internet. Como otros días en situaciones similares, sin saber muy bien por qué - en teoría hay muchas cosas que se podrían hacer sin Internet- en el laboratorio se ha creado un ambiente festivo tipo "el profesor ha faltado y no estamos obligados a estudiar". Esto debería ser cuestion de profundo análisis para algún experto en la materia...
Yo hoy no me siento experto en nada, así que simplemente quería comentar un pensamiento propio de un día en el que he tenido demasiado tiempo para pensar: ¿para qué sirvo?
Ampliaré el concepto: en caso de que el mundo volviera a una situacion más "primitiva", ¿qué podría hacer yo (o vosotros)?
En la época actual, se podría decir que mis habilidades/conocimientos son apreciados, incluso catalogados como "útiles". En la mayoría de los casos esto se debe a que casi nadie sabe qué hago (lo desconocido siempre es sobrevalorado), pero aún admitiendo que mi trabajo sirva para algo, ¿qué me ocurriría si de repente desaparecieran los ordenadores? ¿o a los abogados si ya no hubiera un sistema legal? ¿o a los profesores de natación si a nadie le interesara nadar?
El símil que más me gusta utilizar para ilustrar este pensamiento es el siguiente: si me llevaran al pasado -pongamos la Edad Media- ... ¿sería capaz de aportar algo al conocimiento y desarrollo de la epoca?
No sé más matemáticas/física/química que los científicos de la Edad Media. De los temas en que sí que sé más de lo que sabían en esa época, no sería capaz de demostrar nada, y por lo tanto no conseguiría convencer a mis coetaneos edadmedianos. Además, no tengo conocimientos prácticos útiles para esas circustancias (no sabría crear el motor de explosión, ni operar una apendicitis, ni mejorar las técnicas de construcción de las casas, ...), y si me dedicara a trabajos normales de esa época (por ejemplo, agricultura) no lograría cosechas muy brillantes ya que, me duele decirlo, a mí se me mueren hasta los bonsais.
No quiero enrollarme más de la cuenta. Supongo que mi mensaje se puede resumir en una línea: "piensa en algo que hacer antes de que un rayo cósmico te envíe al pasado. Una vez allí puede ser demasiado tarde..."
Yo hoy me voy tranquilo a casa porque he logrado dar con mi profesión útil: seré cocinero. No sé si los espaguettis con tomate les gustarán, pero a mí me salen riquísimos. Aunque ahora que lo pienso... no estoy seguro de si en esa época ya se habían inventado los espaguettis. Por si acaso... ¿alguien me puede decir cómo se "fabrican"?
(sí: los días sin Internet me afectan mucho)
Yo hoy no me siento experto en nada, así que simplemente quería comentar un pensamiento propio de un día en el que he tenido demasiado tiempo para pensar: ¿para qué sirvo?
Ampliaré el concepto: en caso de que el mundo volviera a una situacion más "primitiva", ¿qué podría hacer yo (o vosotros)?
En la época actual, se podría decir que mis habilidades/conocimientos son apreciados, incluso catalogados como "útiles". En la mayoría de los casos esto se debe a que casi nadie sabe qué hago (lo desconocido siempre es sobrevalorado), pero aún admitiendo que mi trabajo sirva para algo, ¿qué me ocurriría si de repente desaparecieran los ordenadores? ¿o a los abogados si ya no hubiera un sistema legal? ¿o a los profesores de natación si a nadie le interesara nadar?
El símil que más me gusta utilizar para ilustrar este pensamiento es el siguiente: si me llevaran al pasado -pongamos la Edad Media- ... ¿sería capaz de aportar algo al conocimiento y desarrollo de la epoca?
No sé más matemáticas/física/química que los científicos de la Edad Media. De los temas en que sí que sé más de lo que sabían en esa época, no sería capaz de demostrar nada, y por lo tanto no conseguiría convencer a mis coetaneos edadmedianos. Además, no tengo conocimientos prácticos útiles para esas circustancias (no sabría crear el motor de explosión, ni operar una apendicitis, ni mejorar las técnicas de construcción de las casas, ...), y si me dedicara a trabajos normales de esa época (por ejemplo, agricultura) no lograría cosechas muy brillantes ya que, me duele decirlo, a mí se me mueren hasta los bonsais.
No quiero enrollarme más de la cuenta. Supongo que mi mensaje se puede resumir en una línea: "piensa en algo que hacer antes de que un rayo cósmico te envíe al pasado. Una vez allí puede ser demasiado tarde..."
Yo hoy me voy tranquilo a casa porque he logrado dar con mi profesión útil: seré cocinero. No sé si los espaguettis con tomate les gustarán, pero a mí me salen riquísimos. Aunque ahora que lo pienso... no estoy seguro de si en esa época ya se habían inventado los espaguettis. Por si acaso... ¿alguien me puede decir cómo se "fabrican"?
(sí: los días sin Internet me afectan mucho)
miércoles, octubre 25, 2006
Hasta donde puede llegar un científico
En una exposición sobre el dadaismo en el MOMA leí unas frases escritas por un tal Dr. Baurieux a propósito de un experimento que había realizado con condenados a muerte por guillotina. Básicamente, lo que interesaba a este doctor era saber si el ser humano, una vez separada la cabeza del tronco, sigue "vivo" durante un tiempo, y en caso afirmativo, durante cuánto tiempo.
Unas palabras en Google y he encontrado el texto del que habían extraido las frases que yo lei en la exposición. No tengo la versión francesa de la narración del experimento, pero creo que a partir del texto en inglés os podréis hacer una idea precisa de la imagen que me persigue a mi en sueños desde aquel día: un tipo gritando nombres sentado frente a una cabeza sanguinolienta.
Unas palabras en Google y he encontrado el texto del que habían extraido las frases que yo lei en la exposición. No tengo la versión francesa de la narración del experimento, pero creo que a partir del texto en inglés os podréis hacer una idea precisa de la imagen que me persigue a mi en sueños desde aquel día: un tipo gritando nombres sentado frente a una cabeza sanguinolienta.
Dr. Baurieux - criminal languille
Archives anthropologie criminele
“Immediately after the decapitation, the condemned man’s eyelids and lips contracted for 5 or 6 seconds…I waited a few seconds and the contractions ceased, the face relaxed, the eyelids closed half-way over the eyeballs so that only the whites of the eyes were visible, exactly
like dying or newly deceased people.
At that moment I shouted “Languille” in a loud voice, and I saw that his eyes opened slowly and without twitching, the movements were distinct and clear, the look was not dull and empty, the eyes which were fully alive were indisputably looking at me. After a few seconds, the eyelids closed again, slowly and steadily.
I addressed him again. Once more, the eyelids were raised slowly, without contractions, and two undoubtedly alive eyes looked at me attentively with an expression even more piercing than the first time. The whole episode lasted between twenty-five and thirty seconds”
like dying or newly deceased people.
At that moment I shouted “Languille” in a loud voice, and I saw that his eyes opened slowly and without twitching, the movements were distinct and clear, the look was not dull and empty, the eyes which were fully alive were indisputably looking at me. After a few seconds, the eyelids closed again, slowly and steadily.
I addressed him again. Once more, the eyelids were raised slowly, without contractions, and two undoubtedly alive eyes looked at me attentively with an expression even more piercing than the first time. The whole episode lasted between twenty-five and thirty seconds”
lunes, octubre 23, 2006
Jews for Jesus
Un día saliendo del metro en Nueva York, un hombre me dió un tríptico en cuya primera página ponía en grandes letras: "Jews for Jesus". Intrigado, investigué un poco, encontré su página web (http://www.jewsforjesus.org) y descubrí una vez más que en EEUU, si te aburres es porque quieres: existen asociaciones para reclamar/hacer/sentir todo lo que quieras.
Ésta en concreto es un grupo religioso de judíos que afirman que Jesús fue el mesías que los otros judíos aún están esperando. No me he leído los textos que proponen en su página web con la profundidad necesaria, así que no estoy muy seguro de qué es lo que les diferencia de un cristiano estandard aparte de su origen judío. Me imagino que consiste en seguir el rito judío pero teniendo en cuenta que el mesías ya ha llegado. Si alguien encuentra tiempo y ánimo para investigar más sobre la cuestión me interesaría conocer su resumen de la cuestión...
Yo hoy me voy a limitar a redirigíos hacia un cuestionario que tienen en su web llamado "get saved", que consiste en cuatro preguntas a partir de las cuales ellos ya son capaces de pronosticar si te vas a salvar o no. Lo que más gracia me ha hecho es la respuesta que te dan cuando cliqueas sobre la respuesta "incorrecta":
Okay, so you’re not quite there yet. You don’t really understand or believe in Jesus yet. That’s okay for now. But if you are willing to seriously consider...<...>
Me encanta ese "todavía no lo has conseguido pero no te preocupes...". Es una actitud muy americana, para lo bueno y para lo malo (casi siempre buena: positivizar el fallo para que no se vuelva a producir).
Y luego te dan una oración para corregir ese fallo:
“Dear God. I want to know the truth. I am seeking after you. Please show me what is true and reveal yourself to me. Please show me whether or not Jesus is the Messiah. Amen.”
Maravilloso... Dios necesita que le digas explícitamente que quieres saber la verdad, de otra forma no te la muestra, e incluso te la esconde.
Ésta en concreto es un grupo religioso de judíos que afirman que Jesús fue el mesías que los otros judíos aún están esperando. No me he leído los textos que proponen en su página web con la profundidad necesaria, así que no estoy muy seguro de qué es lo que les diferencia de un cristiano estandard aparte de su origen judío. Me imagino que consiste en seguir el rito judío pero teniendo en cuenta que el mesías ya ha llegado. Si alguien encuentra tiempo y ánimo para investigar más sobre la cuestión me interesaría conocer su resumen de la cuestión...
Yo hoy me voy a limitar a redirigíos hacia un cuestionario que tienen en su web llamado "get saved", que consiste en cuatro preguntas a partir de las cuales ellos ya son capaces de pronosticar si te vas a salvar o no. Lo que más gracia me ha hecho es la respuesta que te dan cuando cliqueas sobre la respuesta "incorrecta":
Okay, so you’re not quite there yet. You don’t really understand or believe in Jesus yet. That’s okay for now. But if you are willing to seriously consider...<...>
Me encanta ese "todavía no lo has conseguido pero no te preocupes...". Es una actitud muy americana, para lo bueno y para lo malo (casi siempre buena: positivizar el fallo para que no se vuelva a producir).
Y luego te dan una oración para corregir ese fallo:
“Dear God. I want to know the truth. I am seeking after you. Please show me what is true and reveal yourself to me. Please show me whether or not Jesus is the Messiah. Amen.”
Maravilloso... Dios necesita que le digas explícitamente que quieres saber la verdad, de otra forma no te la muestra, e incluso te la esconde.
viernes, octubre 20, 2006
Carritos inteligentes
Recupero una de las fotos de Nueva York para hacer una reclamación a nuestros supermercados: ¡carritos inteligentes ya!
Así es: los carritos de mi supermercado en Nueva York llevaban un sistema por el cual las ruedas se bloqueaban si te alejabas demasiado del recinto. Eso evitaba el eterno engorro de llegar al supermercado y no tener monedas para 1) el carrito, 2) el armario de seguridad donde dejar la mochila y 3) la cadena para el carrito personal.
Actualización: despues de pensarlo durante 5 segundos más, he caído en la cuenta de que el objetivo de las monedas no es evitar que la gente se lleve el carrito sino conseguir que los pongan de vuelta en su sitio. De todas formas, me reafirmo en mi primera reclamación: ¡carritos inteligentes ya! ¿Por qué? No lo sé... supongo que la razón principal es que me gusta rodearme de objetos inteligentes...
Sí, hoy es viernes.
Actualización: despues de pensarlo durante 5 segundos más, he caído en la cuenta de que el objetivo de las monedas no es evitar que la gente se lleve el carrito sino conseguir que los pongan de vuelta en su sitio. De todas formas, me reafirmo en mi primera reclamación: ¡carritos inteligentes ya! ¿Por qué? No lo sé... supongo que la razón principal es que me gusta rodearme de objetos inteligentes...
Sí, hoy es viernes.
jueves, octubre 19, 2006
Hemerotecas
Hoy le cedo la palabra al hombre neutro, que aprovechando que "El Mundo" ha abierto su hemeroteca, quería comentar algunas cosas...
Me gustaría que otra gente se una a esta iniciativa: buscar en las hemerotecas para demostras las incoherencias de nuestros dirigentes, y resumir lo que encuentren para que los demás podamos leerlo sin necesidad de dedicarle demasiado tiempo.
Me gustaría que otra gente se una a esta iniciativa: buscar en las hemerotecas para demostras las incoherencias de nuestros dirigentes, y resumir lo que encuentren para que los demás podamos leerlo sin necesidad de dedicarle demasiado tiempo.
miércoles, octubre 18, 2006
Sr. pintores
Esta furgoneta lleva "siglos" aparcada en una calle junto a mi casa:
Una cosa hay que concederle al dueño: es un hombre educado; después de lo que han hecho con su furgoneta...
¡¡¡se dirige a los grafiteros como "Sr. Pintores"!!!
Las otras superficies presentan un aspecto similar... Es lo que ocurre cuando uno tiene una furgoneta blanca y aparca en el Raval.
Yo he vivido el proceso de "grafiteado" en directo, puesto que cada semana aparecía una firma nueva sobre alguna de las escasas superficies que quedaban blancas. Como el proceso era bastante ordenado y regular, llegué a pensar que era el dueño mismo el que hacía los dibujos para tener una furgoneta más "molona". De ahí mi sorpresa cuando hace unos días vi este cartel tras el parabrisas de la furgoneta:
Yo he vivido el proceso de "grafiteado" en directo, puesto que cada semana aparecía una firma nueva sobre alguna de las escasas superficies que quedaban blancas. Como el proceso era bastante ordenado y regular, llegué a pensar que era el dueño mismo el que hacía los dibujos para tener una furgoneta más "molona". De ahí mi sorpresa cuando hace unos días vi este cartel tras el parabrisas de la furgoneta:
Una cosa hay que concederle al dueño: es un hombre educado; después de lo que han hecho con su furgoneta...
¡¡¡se dirige a los grafiteros como "Sr. Pintores"!!!
martes, octubre 17, 2006
Cuantificando las enfermedades
He estado en cama dos días con 38-39 grados de fiebre, y entre los delirios que ésta siempre provoca en las mentes más lúcidas, un pensamiento aleatorio dominaba siempre a todos los demás: a los humanos nos encanta tener fiebre.
¿Y por qué?
Porque la podemos cuantificar... Con las demás enfermedades uno no puede presumir de ser "más" que otro, y siempre habrá quien ponga en duda como de grave es ese dolor de tripa que tenemos, o si realmente el dolor de cabeza nos impide estar a la altura o es una simple excusa. Sin embargo, ante un número -tengo 39 de fiebre- nadie tendrá nada que decir más allá de un "pobrecito". O de un "pues yo tuve más, ayer estuve a 40", lo que obviamente le colocará en un nivel superior al nuestro pero no invalida nuestra propia enfermedad.
Sin embargo, uno ya puede gritar a los cuatro vientos que le duele la tripa que sólo recibirá miradas de escepticismo. "La tripa... ya... ¿y cuánto te duele?". Y por más que respondas "muchísimo", o "es insoportable", el otro siempre podrá contestar: "pues yo ayer tuve 37,7 de fiebre". Y se sentirá superior a ti... y con razón
Por eso quiero urgir desde aquí a la comunidad médica a que inventen de una vez un cuantificador de enfermedad, que colocado en un lugar cómodo (la axila me parece correcto) sea capaz de decirnos: "tiene usted un dolor de tripa del 8b", o "su dolor de pies está en un 123,4 de la escala de Feetcher". Además de las positivas consecuencias sociales que esto tendría, evitaría a su vez numerosos conflictos laborales y los comentarios irónicos del tipo "Ramirez no ha venido hoy a trabajar porque 'le dolía' la tripa".
Ante un número, muchas bocas tendrían que callarse... Yo por esta vez me libro, porque un 39 no es una marca fácil de superar, al menos en las ligas en las que yo me muevo. ¡Qué agradecido estoy a haber tenido fiebre! ¡Qué placer poder ponerse un termómetro cada cinco minutos y comprobar que, efectivamente, uno está enfermo y lo puede demostrar!
¿Y por qué?
Porque la podemos cuantificar... Con las demás enfermedades uno no puede presumir de ser "más" que otro, y siempre habrá quien ponga en duda como de grave es ese dolor de tripa que tenemos, o si realmente el dolor de cabeza nos impide estar a la altura o es una simple excusa. Sin embargo, ante un número -tengo 39 de fiebre- nadie tendrá nada que decir más allá de un "pobrecito". O de un "pues yo tuve más, ayer estuve a 40", lo que obviamente le colocará en un nivel superior al nuestro pero no invalida nuestra propia enfermedad.
Sin embargo, uno ya puede gritar a los cuatro vientos que le duele la tripa que sólo recibirá miradas de escepticismo. "La tripa... ya... ¿y cuánto te duele?". Y por más que respondas "muchísimo", o "es insoportable", el otro siempre podrá contestar: "pues yo ayer tuve 37,7 de fiebre". Y se sentirá superior a ti... y con razón
Por eso quiero urgir desde aquí a la comunidad médica a que inventen de una vez un cuantificador de enfermedad, que colocado en un lugar cómodo (la axila me parece correcto) sea capaz de decirnos: "tiene usted un dolor de tripa del 8b", o "su dolor de pies está en un 123,4 de la escala de Feetcher". Además de las positivas consecuencias sociales que esto tendría, evitaría a su vez numerosos conflictos laborales y los comentarios irónicos del tipo "Ramirez no ha venido hoy a trabajar porque 'le dolía' la tripa".
Ante un número, muchas bocas tendrían que callarse... Yo por esta vez me libro, porque un 39 no es una marca fácil de superar, al menos en las ligas en las que yo me muevo. ¡Qué agradecido estoy a haber tenido fiebre! ¡Qué placer poder ponerse un termómetro cada cinco minutos y comprobar que, efectivamente, uno está enfermo y lo puede demostrar!
viernes, octubre 13, 2006
Pensamientos de Agradecimientos
Gracias a Google Analytics sé que prácticamente todos los días hay algún internauta que llega a mi blog escribiendo en Google "pensamientos de agradecimientos". Hay dos cosas que me resultan inexplicables: 1) que mi blog salga en la primera página de resultados de Google al escribir esas tres palabras y 2) que haya gente que escriba esas palabras en Google.
El primer interrogante lo dejo como ejercicio de la asignatura de "motores de búsqueda" (en la que comentaré otras palabras que usa la gente para llegar a mi blog), pero sobre el segundo me gustaría comentar algunas cosas. Lo primero es que esta gente está buscando "pensamientos", y no "frases", "discursos", o "textos". ¿Qué significa esto? ¿Quieren información sobre situaciones en las que poder pensar cuando están agradecidos? ¿Buscan pensamientos que les hagan sentirse agradecidos? ¿Por qué están agradecidos? Señores-as, si quieren que les ayude voy a necesitar más información...
En todo caso, para los que sigan cayendo en este blog al escribir "Pensamientos de Agradecimientos", quiero decirles que cada día me estrujo el cerebro buscando la respuesta perfecta a su pregunta, pero sin -hasta ahora- demasiado éxito. Sin embargo, por si algún lector encuentra la respuesta, propongo hacer una lista aquí entre todos, y así los múltiples internautas que buscan esta información podrán acudir a este post siempre que necesiten "pensamientos de agradecimientos". Comenzaré yo con uno, y espero que los demás vayan aportando ideas...
1 - todavía no me he quedado calvo
2 - ... tu pensamiento de agradecimiento...
El primer interrogante lo dejo como ejercicio de la asignatura de "motores de búsqueda" (en la que comentaré otras palabras que usa la gente para llegar a mi blog), pero sobre el segundo me gustaría comentar algunas cosas. Lo primero es que esta gente está buscando "pensamientos", y no "frases", "discursos", o "textos". ¿Qué significa esto? ¿Quieren información sobre situaciones en las que poder pensar cuando están agradecidos? ¿Buscan pensamientos que les hagan sentirse agradecidos? ¿Por qué están agradecidos? Señores-as, si quieren que les ayude voy a necesitar más información...
En todo caso, para los que sigan cayendo en este blog al escribir "Pensamientos de Agradecimientos", quiero decirles que cada día me estrujo el cerebro buscando la respuesta perfecta a su pregunta, pero sin -hasta ahora- demasiado éxito. Sin embargo, por si algún lector encuentra la respuesta, propongo hacer una lista aquí entre todos, y así los múltiples internautas que buscan esta información podrán acudir a este post siempre que necesiten "pensamientos de agradecimientos". Comenzaré yo con uno, y espero que los demás vayan aportando ideas...
1 - todavía no me he quedado calvo
2 - ... tu pensamiento de agradecimiento...
lunes, octubre 09, 2006
Los Boycotts
Mi laboratorio se ha mudado a un nuevo edificio, y entre los diferentes cambios a los que nos hemos enfrentado está el aumento de precios de las máquinas expendedoras. Lo que antes costaba 30 cts (el café) ahora cuesta 60 cts; los snacks han pasado de costar 60 cts a 1,2€; y así con todo lo demás.
La gente está indignada (nuestros sueldos no se han doblado) y está proponiendo diferentes medidas de presión para que los precios vuelvan a ser razonables. Una de las opciones que más apoyo encuentra entre mis compañeros es hacer boycott a las máquinas e ir al edificio antiguo (al otro lado de la calle) a comprar las cosas . Está claro que esta medida sería muy adecuada en caso de que todo el mundo lo cumpliera, pero mi pronóstico es que casi todos estarán dispuestos a pagar más por ahorrarse la caminata hasta el otro edificio.
Este asunto del boycott con las máquinas expendedoras me ha recordado que hay un boycott que últimamente he promovido y que después leyendo he descubierto que estaba basado en hechos semi-falsos. Hay varios emails circulando (sobre por latinoamérica) pidiendo a la gente que no compre productos de Kimberley Clark (Scottex, Kleenex, ...). En ese email se dice que su mayor accionista es James Sensenbrenner, congresista republicano y ultraderechista a la derecha de los ultraderechistas. Por ejemplo, es uno de los promotores de la ley que actualmente se debate en EEUU sobre la immigración ilegal, que por ponerlo de una forma resumida, viene a considerar a los inmigrantes (ilegales) como ganado.
Cuando recibí el primer email hice un poco de "investigación" (ie. Google) y en diversas fuentes confirmaban los argumentos principales a favor del boycott. Así que me dediqué a contarle a la gente lo que había leído, y dejé de comprar la marca Scottex (a pesar del perrito). Sin embargo, hoy preparando esta entrada he investigado un poquito más y he encontrado el listado de accionistas de Kimberley Clark, y Sensenbrenner ni siquiera aparece entre los "dueños" de la empresa. Buscando un poquito más he encontrado una referencia a la declaración de bienes del congresista, y es cierto que es accionista, pero "unicamente" con 1 millón de dólares, una ridiculez comparado con el valor total de la empresa.
El boycott ha llegado a preocupar tanto a Kimberley Clark que en la portada de su página web han puesto una nota "aclarando" que Sensenbrenner es simplemente otro accionista más. Si se han molestado en poner una nota así en la portada eso significa que realmente temían los efectos del boycott, y en cierta forma demuestra que la gente puede tener algo que decir a la hora de premiar/castigar el comportamiento de las empresas. Sin embargo, el dilema que tengo con todos los boycotts es: ¿a quién le daña más el boycott? ¿Al hombre este que (se suponía que) tiene tanto dinero que no le afectaría demasiado aunque Kimberley Clark desapareciera ... o a los trabajadores (¿inmigrantes ilegales?) que se pasan el día fabricando rollos de papel higiénico (o al perrito, que tendría que dejar de hacer anuncios)?
Y en ese pensamiento continúo, aunque tengo que decir que mi ventaja a la hora de decidir sobre estos dos boycotts es que no bebo café. Y que gasto tan poco papel de WC que ni siquiera lo tengo en mi lista de la compra... pero de eso ya hablaré otro día.
La gente está indignada (nuestros sueldos no se han doblado) y está proponiendo diferentes medidas de presión para que los precios vuelvan a ser razonables. Una de las opciones que más apoyo encuentra entre mis compañeros es hacer boycott a las máquinas e ir al edificio antiguo (al otro lado de la calle) a comprar las cosas . Está claro que esta medida sería muy adecuada en caso de que todo el mundo lo cumpliera, pero mi pronóstico es que casi todos estarán dispuestos a pagar más por ahorrarse la caminata hasta el otro edificio.
Este asunto del boycott con las máquinas expendedoras me ha recordado que hay un boycott que últimamente he promovido y que después leyendo he descubierto que estaba basado en hechos semi-falsos. Hay varios emails circulando (sobre por latinoamérica) pidiendo a la gente que no compre productos de Kimberley Clark (Scottex, Kleenex, ...). En ese email se dice que su mayor accionista es James Sensenbrenner, congresista republicano y ultraderechista a la derecha de los ultraderechistas. Por ejemplo, es uno de los promotores de la ley que actualmente se debate en EEUU sobre la immigración ilegal, que por ponerlo de una forma resumida, viene a considerar a los inmigrantes (ilegales) como ganado.
Cuando recibí el primer email hice un poco de "investigación" (ie. Google) y en diversas fuentes confirmaban los argumentos principales a favor del boycott. Así que me dediqué a contarle a la gente lo que había leído, y dejé de comprar la marca Scottex (a pesar del perrito). Sin embargo, hoy preparando esta entrada he investigado un poquito más y he encontrado el listado de accionistas de Kimberley Clark, y Sensenbrenner ni siquiera aparece entre los "dueños" de la empresa. Buscando un poquito más he encontrado una referencia a la declaración de bienes del congresista, y es cierto que es accionista, pero "unicamente" con 1 millón de dólares, una ridiculez comparado con el valor total de la empresa.
El boycott ha llegado a preocupar tanto a Kimberley Clark que en la portada de su página web han puesto una nota "aclarando" que Sensenbrenner es simplemente otro accionista más. Si se han molestado en poner una nota así en la portada eso significa que realmente temían los efectos del boycott, y en cierta forma demuestra que la gente puede tener algo que decir a la hora de premiar/castigar el comportamiento de las empresas. Sin embargo, el dilema que tengo con todos los boycotts es: ¿a quién le daña más el boycott? ¿Al hombre este que (se suponía que) tiene tanto dinero que no le afectaría demasiado aunque Kimberley Clark desapareciera ... o a los trabajadores (¿inmigrantes ilegales?) que se pasan el día fabricando rollos de papel higiénico (o al perrito, que tendría que dejar de hacer anuncios)?
Y en ese pensamiento continúo, aunque tengo que decir que mi ventaja a la hora de decidir sobre estos dos boycotts es que no bebo café. Y que gasto tan poco papel de WC que ni siquiera lo tengo en mi lista de la compra... pero de eso ya hablaré otro día.
viernes, octubre 06, 2006
El pescador de cielo
Un día, el hombre se dijo que al menos podía intentarlo. Todos en el pueblo afirmaban que era imposible hacerlo, pero él sabía que simplemente repetían la cantinela que habían escuchado desde que nacieron, y que ninguno de ellos se había siquiera parado a pensar si era posible o no. Además, nadie más que él conocía la canción que lo llevaría hasta esa isla de arena en medio del océano, donde estaba seguro de conseguirlo atraparlo. Nadie excepto yo, que le seguí en mi barco de palabras para fotografiarle antes de que el cielo hinchara sus redes para llevárselo a otras tierras, donde las cosas imposibles al menos se intentan.
jueves, octubre 05, 2006
Somos los mejores de...
Leo hace unos días:
Según Zapatero el conocimiento y la innovación son claves para el progreso de Europa y con el sincrotrón 'Alba', único equipamiento de estas características de última generación en el sudoeste de Europa, "nos situará en la vanguardia en la utilización de este tipo de luz".
¿Únicos en el sudoeste de Europa? Claro, si sacas de la ecuación a todos los países del mundo menos a Portugal, no es tan complicado ser los mejores en según que aspectos.
Lo triste es que, actualmente, si uno no está atento cuando recibe la información, puede llegar a creerse lo que los políticos/periodistas/empresas/personas quieren que crea, porque cada vez más se emplean mejores verdades falsas para convencer a la gente sobre cuestiones sin sentido.
PD. Yo quiero aprovechar para decir que soy el mejor bailarín de jotas del cuarto piso del ala norte de mi edificio (de los que trabajan mirando a la ventana (y que tienen un cachirulo guardado en el cajón)).
¿Únicos en el sudoeste de Europa? Claro, si sacas de la ecuación a todos los países del mundo menos a Portugal, no es tan complicado ser los mejores en según que aspectos.
Lo triste es que, actualmente, si uno no está atento cuando recibe la información, puede llegar a creerse lo que los políticos/periodistas/empresas/personas quieren que crea, porque cada vez más se emplean mejores verdades falsas para convencer a la gente sobre cuestiones sin sentido.
PD. Yo quiero aprovechar para decir que soy el mejor bailarín de jotas del cuarto piso del ala norte de mi edificio (de los que trabajan mirando a la ventana (y que tienen un cachirulo guardado en el cajón)).
martes, octubre 03, 2006
El gusto al miedo
Hace unos días me contó un amigo que durante sus vacaciones en Panamá les acechó una pantera negra. Sí, tal y como lo leéis. Habían subido a un volcán y se les hizo oscuro mientras bajaban. En un determinado momento el guía les pidió silencio, y luego sacó un gran machete mientras murmuraba que tenían que darse prisa porque les seguía un "tigre". Durante unas cuantas horas caminaron hacia el coche con la pantera siguiéndoles, el guía con el machete en la mano, mi amigo con un palo y la novia entre los dos. No llegaron a ver el cuerpo de la pantera, pero si vieron sus ojos, observándoles desde el interior del bosque. Finalmente llegaron al coche y, ya dentro, pudieron respirar aliviados.
Mi primer pensamiento cuando me lo contó fue: "increíble, ¡qué pasada!". Luego me puse en su situación y me alegré de que no me hubiera ocurrido a mí durante mis vacaciones, porque mi compañera de viaje hubiera sufrido lo suyo. Pero en mi interior me decía: "me hubiera encantado que una pantera negra me acechara".
Estos últimos días he comentado esta historia con varias personas, y las reacciones recibidas se pueden clasificar en tres categorías:
1 - Espero que nunca me ocurra; me pasa a mí y me muero: no lo hubiera soportado.
2 - Espero que no me ocurra. Aunque es una historia que me gustaría poder contar...
3 - Espero que me ocurra en el próximo viaje.
Yo, cada vez más, me encuadro en la tercera opción: no es ya que disfrute pensando (y contando) en las historias "diferentes" que me ocurren, sino que incluso las disfruto (un poco) mientras las vivo (y las busco). Por ejemplo, el año pasado cuando nos asaltaron en Méjico, pasé bastante miedo, pero por otro lado me decía: "esto que me esta ocurriendo es una experiencia única". Y ese sentimiento de estar viviendo algo nuevo, por muy estúpido que pueda sonar, me hace sentir vivo.
El peligro, como en tantas cosas de la vida, está en hacerse adicto a lo excepcional (donde excepcional no es necesariamente una situación peligrosa o un atraco a mano armada, sino algo "diferente") porque uno acaba por no conformarse nunca y siempre busca más. Mi pregunta tantas veces sin contestar es... ¿es eso malo?
En todo caso, sea o no sea malo, lo que te garantiza es una vida lejos de las rutinas...
Mi primer pensamiento cuando me lo contó fue: "increíble, ¡qué pasada!". Luego me puse en su situación y me alegré de que no me hubiera ocurrido a mí durante mis vacaciones, porque mi compañera de viaje hubiera sufrido lo suyo. Pero en mi interior me decía: "me hubiera encantado que una pantera negra me acechara".
Estos últimos días he comentado esta historia con varias personas, y las reacciones recibidas se pueden clasificar en tres categorías:
1 - Espero que nunca me ocurra; me pasa a mí y me muero: no lo hubiera soportado.
2 - Espero que no me ocurra. Aunque es una historia que me gustaría poder contar...
3 - Espero que me ocurra en el próximo viaje.
Yo, cada vez más, me encuadro en la tercera opción: no es ya que disfrute pensando (y contando) en las historias "diferentes" que me ocurren, sino que incluso las disfruto (un poco) mientras las vivo (y las busco). Por ejemplo, el año pasado cuando nos asaltaron en Méjico, pasé bastante miedo, pero por otro lado me decía: "esto que me esta ocurriendo es una experiencia única". Y ese sentimiento de estar viviendo algo nuevo, por muy estúpido que pueda sonar, me hace sentir vivo.
El peligro, como en tantas cosas de la vida, está en hacerse adicto a lo excepcional (donde excepcional no es necesariamente una situación peligrosa o un atraco a mano armada, sino algo "diferente") porque uno acaba por no conformarse nunca y siempre busca más. Mi pregunta tantas veces sin contestar es... ¿es eso malo?
En todo caso, sea o no sea malo, lo que te garantiza es una vida lejos de las rutinas...
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